Los desechos electrónicos ya son la mayor amenaza para el planeta, según la World Recycling Foundation.
La moda de deshacerse de los dispositivos electrónicos se ha convertido en un verdadero problema para el medio ambiente y la salud humana. Millones de smartphones y otros residuos electrónicos como frigoríficos, televisores, hornos microondas o pantallas de ordenador, se tiran todos los días cuando podrían seguir utilizándose, generando así toneladas de residuos electrónicos.
Naciones Unidas ya ha advertido que yo 53 millones de toneladas de residuos electrónicos generado hoy cada año se duplicará para 2050, convirtiéndolo en el desecho de más rápido crecimiento en el mundo.
De acuerdo con la regla de las "4 r de la ecología", reutilizar aparatos electrónicos es mejor solución que reciclarlos, ya que, además de alargar su vida útil, supone un menor consumo de recursos y energía, y reduce el volumen de basura electrónica y no hace falta reciclar tanto. "Reutilizar una computadora es hasta 20 veces más eficiente energéticamente que reciclarla", dice Thibaud Hug de Larauze, director ejecutivo y cofundador de Back Market. Además, muchos de los RAEE recolectados para reciclar terminan en vertederos ilegales, o se exportan y tratan ilegalmente para extraer y vender los materiales valiosos que contienen.

Pero no se trata solo de los elementos en sí, sino de los componentes peligrosos que contienen estos dispositivos, como baterías de iones de litio, cadmio, plomo y mercurio, productos químicos retardantes de llama y ácidos corrosivos que se utilizan en su fabricación. Hay una gran cantidad de residuos tóxicos que, si no se tratan adecuadamente, acaban en los vertederos. Cada año, miles de contenedores de plástico y desechos electrónicos se envían a países que ya no pueden manejar las montañas de desechos que llegan a sus puertos.
Incluso los metales preciosos que se desechan. Si bien individualmente pueden ser pequeñas cantidades, juntos forman una gran suma que se suma rápidamente. Por ejemplo, se estima que el oro en los desechos electrónicos del mundo equivale al 11% de la cantidad total de este metal que se extrae cada año.
Aunque según los expertos aún queda mucho por mejorar en la gestión de estos residuos, cabe señalar que España ya es uno de los países europeos que más fomenta la reutilización de dispositivos electrónicos. L' la legislación vigente sobre el tratamiento de estos productos en nuestro país, de hecho, favorece el reacondicionamiento frente a los procesos de reciclaje.